Ya os habíamos presentado a Sebastião hace un par de
meses, pues bien, ahora os vamos a enseñar el resultado de nuestro taller de
Batiks.
Asistimos al taller a primeros de Enero, y después de
haberlo hecho, creo que a las visitas os encantaría poder hacer uno…os vamos
reservando un hueco!!
La técnica es muy bonita, aunque bastante costosa, lo que
hace valorar aun más el trabajo de nuestro amigo.
Empezamos haciendo el diseño en papel, y después pasándolo
a la tela blanca. (Os podeis imaginar el motivo del dibujo de David, no?? Mapas, mapas, mapas...)
Después comienza la parte laboriosa, poner la cera. Puede
hacerse con pinceles, o con un aparato hecho con cobre y bambú (el tchanting).
Antes de intentarlo parece relativamente sencillo, pero cuando te pones a
aplicar la cera caliente, ves cómo se sale de la zona donde querías
ponerla o te das cuenta de que no tiene la temperatura adecuada, bueno realmente
es el profe el que se da cuenta y nos lo dice, nsotrxs ni papa…
Tras practicar un rato sobre una telita, y una vez “controlada”
la técnica sin cagarla mucho, se pone la primera capa de cera en las partes del
dibujo que han de quedar blancas.
Cuando esa cera se seca, se tiñe con el primer color, en
nuestro caso el azul. Y cuando se seca la tela, se aplica cera en esas partes
del dibujo que queremos que queden azules.
Se seca la cera y se tiñe nuevamente del siguiente color.
En nuestro caso el amarillo, cubriendo después con cera lo que será amarillo en
el dibujo final…
Se repite el mismo proceso con el rojo, y finalmente el
negro.
Una vez acabado cubrimos todita la tela con cera y una
vez seca toca sacarla, frotando la tela como si la estuviésemos lavando a mano.
Esta es la parte que requiere menos cuidado, pero que casi resulta más pesada,
porque es bien complicado sacarla, y como bien decía Sebastião, porque nuestra
piel de blanquitos no resiste tanto frotar (David se hizo una ampolla de tanto
esmero)
Después de quitar la cera el dibujo queda medio feo,
parece como si se hubiera estropeado, pero…una pasadita de plancha y oh!! ¡¡Magia!!
Los colores reaparecen y el resultado está listo.
Pasamos una semanita haciendo nuestros Batiks y creo que
hemos quedado más que satisfechos.
¿Os apuntáis al próximo taller?
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