Como ya os comentamos a muchas en nuestro paso por Spain, la
idea a nuestra vuelta a Ecuador era cambiar de lugar, buscando el calor de la
Amazonía, la costa o las zonas intermedias, y cambiar de trabajo, planteándome
una oferta que me hicieron hace meses desde una universidad. El trabajo
consistiría en ayudar a formar nuevxs medicxs de familia, una especialidad
bastante reciente y escasa en el país. Para ello el Ministerio de Salud Pública
concede a varias universidades la formación académica de las personas que hagan
el posgrado, y que desarrollarán su actividad en centros de salud públicos.
Así que, desde que hemos llegado estamos
“inspeccionando” las zonas cálidas del país.
Pasamos las navidades en la costa, con Ruth, Langa, Unai y
algún encuentro con Henar, Lucas, Laura, Pedro... Esta vez nos centramos en
Manabí, provincia que destaca por su gastronomía y por la alegría y
hospitalidad de sus habitantes. También porque es una de las provincias donde
trabaja la universidad que me contactó hace meses y por lo tanto posible lugar
de residencia a corto plazo.
Sentir el calor en el cuerpo fue muy rico, sin la necesidad
de tener que llevar varias capas de ropa, y sobre todo, pudiendo estar al
fresco por las noches. Por otro lado la comida, eso de comprar pescado
directamente a los pescadores es un lujo, y así lo hicimos para nuestra cena de
nochevieja!
De las playas, qué deciros, si bien es cierto que el paisaje
Manabita es bastante seco, las playas son muy agradables y kilométricas. Para
mí, con mi piel blanquita fue un alivio que el sol siempre anduviese escondido
tras una capita de nubes, no os lo vais a creer…pero no me quemé! Y creo que
hasta cogí colorcito…
Teniendo en cuenta que las ciudades ecuatorianas no destacan
por su arquitectura ni urbanismo, Bahía de Caráquez nos pareció agradable, y se
quedó rondando en nuestras mentes.
Al volver a la sierra decidimos hacer parada en Mindo, pues
era otro de los lugares que teníamos en mente para vivir. Ese lugar es un
paraíso, un valle verde, frondoso y con miles de aves y mariposas (de hecho hay
dos mariposarios donde aunque resulte algo turístico e incluso agresivo, puedes
alimentar a las mariposas en tu propia mano). El sitio es una maravilla en sí,
y tiene otras ventajas como estar cerca de quito…aunque no tiene mar y las opciones
de curro no están muy claras.
Y como tercera opción, la Amazonía, para ello contacté con una universidad de Chimborazo, en Riobamba, corazón de los andes, pero que trabaja formando médicos de familia en Tena. Así que un fin de semana, armamos la mochila, y nos fuimos a Fríobamba (os podéis imaginar porqué tiene este segundo nombre la ciudad…¡hace un frío que pela! y la causa es su altitud, unos 2800msn y su proximidad al Chimborazo, volcán más alto del Ecuador y cuya cima es el punto más alejado del centro de la Tierra). Estuvo tan nublado que no conseguimos ver el coloso nevado ni el resto de picos de más de 5000 metros que rodean la ciudad, pero tuvimos la suerte de ver el desfile del Divino niño, todo un acontecimiento.
La entrevista fue bastante curiosa. En cuanto al posgrado en medicina familiar, sólo podían ofrecerme un contrato a media jornada, como coordinadora en el Tena; esto serían labores fundamentalmente administrativas y de logística más que de docencia. Para completar la carga horaria, y hacer más suculento el salario me ofrecían compaginarlo con otra media jornada como profesora en la propia universidad. Tendría que viajar cada semana de la sierra a la Amazonía, y haciendo un trabajo que no me interesaba demasiado…Les dije que lo pensaría y me fui. Una hora después me llamaron por teléfono para ofrecerme una cátedra en ciencias básicas (embriología, fisiología…).
Las razones para que en este país te ofrezcan una cátedra
por teléfono, cuando en el nuestro las personas con doctorado están emigrando,
o trabajando gratis para las universidades, algunxs ya las sabéis. El caso es
que aquí, el “talento humano” está bastante cotizado, y la formación que hemos
recibido está muy bien valorada. Aun así, la oferta no dejó de sorprenderme.
Total, que pensaba que a estas alturas ya estarían las cosas
más definidas, pero parece que aún no cerramos nada y puede que terminemos
rehaciendo las mochilas y lanzándonos a un plan “D”. Os mantendremos informadxs…