La urna en
esta ocasión no estaba a tres horas de casa sino a diez, las papeletas se
resistieron a llegar y sólo con dos días de antelación lo hicieron, el voto a
las municipales lo teníamos coartado y sólo nos permitían a la comunidad, por
cuestiones burocráticas Lucía volvió a quedarse sin votar como les ha ocurrido
a muchísimos migrantes, pero yo al final volví a conseguirlo.
Ya son dos
elecciones en el exilio y esta “fiesta democrática” a la que en diversas
ocasiones había faltado por convicción, ahora se ha convertido en un momento
muy especial y no sólo por vivirlo en la distancia. Es maravilloso compartir
con otrxs exiliados la expectación por un
proceso electoral como el de las europeas o las locales, sentido como un fruto
inicial a todo nuestro esfuerzo, aunque no hemos dejado de sentir nostalgia por
no estar en la plaza del reina Sofía o en la cuesta Moyano.
Disfrutando |
A por ellxs... |
A mí
particularmente me hubiera encantado llegar el lunes a la mañana a mi centro educativo
con mi camiseta verde y disfrutar con champán por la derrota de la corrupta,
fascista e inmortal Aguirre.
Ya sé que
aún no hemos hecho nada, que Spañistan está muy enraizada en nuestra sociedad,
que es necesario continuar luchando y concienciando en nuestros centros de trabajo
y en nuestras calles porque la pelea nunca se abandona, pero el domingo nos llegó
una bocanada de aire, el domingo pudimos entrever el camino del sí se puede hasta
ahora cercado, el domingo nos ayudó a no desfallecer después de todas las luchas que hemos venido
dando por mucho tiempo y que se acentuaron a raíz del maravilloso 15M.
Y estoy
feliz por toda esa gente que he ido conociendo y que no ha parado de combatir
en tiempos tan difíciles, que tanto he aprendido de ellxs y de su integridad y que sé que durmieron muy
felices la noche del domingo.
Pero también
me acuerdo de esxs que nos exigían que ocupásemos el espacio electoral y no las
calles, de esxs que rehúyen la lucha porque la creen siempre pérdida o les
resulta cómodo vivir así, a esxs les invito a retomarla y a que disfruten de
estos momentos que nos dibujan a una sonriente Ada al frente, a una abuela que acabó
con la condesa o a un Gordillo ejemplar.
Son dos
“victorias” electorales vividas en la lejanía, no querría perderme la tercera
pero tampoco romper ese hechizo, no es que crea en gafes, pero esa España que
en cierta manera nos expulsó temporalmente, espero siga seduciéndonos para la
vuelta y cuente con nosotrxs en la construcción de una nueva.
La prensa ecuatoriana se hace eco |
Esperando la "victoria" |
¡Vaya pinta tiene ese jamón! no parece un serrano cualquiera. Os cuidáis bien por esas tierras.
ResponderEliminar