Superaste el embarazo y el
nacimiento, ahora te toca un nuevo reto…crecer!!
Aprendiendo desde pequeña, con toque intercultural |
Si eres indígena, es posible que
pases el primer año de vida pegadx a la espalda de tu mamá, estiradx y
envueltx con una sábana pareciendo un gusanito. Otras veces te llevarán en
brazos nomás, aunque si la economía lo permite puede que te lleven en mochilita. Si la economía está aún mejor, serás de lxs poquísimxs en Ecuador
que viajan en cochecito.
Cuando estaba en la consulta me
parecía que pasar la mayor parte del día envueltxs como gusanitxs podía afectar
al desarrollo de la motricidad y la coordinación, pero cómo le vas a decir eso
a una madre que piensa que de esa forma se desarrollarán mejor tus huesos, y
cuando además es la forma que le permite llevarte allá donde vaya y poder
seguir trabajando contigo encima.
Es muy probable que tomes teta
hasta el año de edad, e incluso más. Te darán la teta en cualquier parte y
circunstancia, caminando por la calle, bajando de un bus, mientras trabajan
vendiendo artesanía en el mercado… En algunos casos te darán leche “de
fórmula”, pero serán los menos, porque afortunadamente la lactancia materna
está muy extendida.
En algunos casos cambiarás la teta
por un chupachups, o yogur líquido en bolsa, o algún otro dulce envasado.
Lamentablemente durante cierto tiempo se ha debido transmitir que lo comprado
en las tiendas y más si viene envasado en plástico y con colorines es mejor
para los niños y parece que cuesta privarlos de semejante bondad…
Otra de las “sanas costumbres”
transmitidas y en este caso desde los trabajadores de la salud, es la necesidad
de desparasitación cada cierto tiempo. Es cierto que en gran parte del país la
calidad del agua es mala, que la prevalencia de parasitosis intestinal es alta,
pero el uso de estos medicamentos se ha generalizado al punto de descuidar la
potabilización del agua, desde las familias y desde las instituciones, y las
dichosas pastillitas se consumen como caramelos, como si no tuvieran efectos
secundarios.
En cuanto a la comida, crecerás a
base de sopitas, coladas, choclos, arroz y patacones en mayor proporción según
donde vivas. Esperemos que también comas algunas verduras y carne, para evitar
la anemia, que tan frecuente es en niñas y niños ecuatorianos.
Acrobacias en el bus |
En tu niñez jugarás en las calles,
probablemente no tengas muchos juguetes, pero no importa, usarás los árboles
como columpios en Mindo o en la Amazonía, te bañarás cada domingo en la playa
si vives en la costa o en caudalosos ríos si vives en el oriente y disfrutarás
de días familiares en parques si vives en la sierra, eso sí, después de ir a
misa. Verás a tu madre jugar al futbol una tarde a la semana, y a tu padre
llegar “chumado” el día de pago. Tu familia será numerosa y ampliada, y los
límites escasos. Verás la vida desde bien arriba, tanto así que en carros y
buses irás asomadx por la ventana, en algunos casos incluso en asiento
delantero, y en otros (por suerte los menos) irás con tu papá (suele ser el
papá el que conduce y hace estas cosa) agarradx al volante aprendiendo a
manejar.
A veces te tocará contribuir a la
economía familiar, manteniendo vivo el debate sobre el trabajo infantil. En
ocasiones simplemente les acompañarás en sus tareas, pero en otras tendrás una
mayor responsabilidad. Probablemente lo vivas como un juego, o algo natural,
pero a veces limpiar botas por las calles de Quito o vender cigarrillos y
chicles en el malecón de Guayaquil, puede ser menos divertido o apropiado para tu
edad y más peligroso que jugar a la pelota.
En la escuela, niñas niños vestiréis de uniforme, unas con falda y
otros con pantalón, todxs intentaréis ceñir el bajo de los pantalones del calentador
(chándal) para que queden pitillos, que es la moda. Probablemente participes en
muchas actividades escolares, algún equipo deportivo, la banda de música en la que entonarás pasos
militares, brigadas ecológicas o actividades culturales. De lo que no te
librarás es del desfile anual, con sus bailes espectaculares después de horas y
horas de ensayo. Quedará impresionante…
Si eres niña, desde que naces te
tratarán como princesita, y te vestirán como tal para ver si algún día llegas a
ser Reinita (Miss) de tu municipio, cantón, provincia e incluso del país.
¡Imagínate! Y de la misma manera que te vistieron aprenderás a comportarte, y a
trabajar en la casa y a tener unas metas y aspiraciones acordes con tu género.
Ayer vi una niña de dos años y medio en la Amazonía corriendo descalza, libre y con pantalones, parecía
que en cualquier momento se iba aponer a trepar árboles. ¿Será que algo está
cambiando, o simplemente que el concepto de princesa amazónica es diferente?
En cualquier caso, serás la portadora de tu cultura, serás quien de continuidad a vuestras tradiciones, pues el cambio y la modernidad queda reservada para los hombres.
Si eres niño también aprenderás tu
rol, te tocó ser macho, macho latino, con todas su connotaciones. Aprenderás a
no llorar, a no identificar ni reconocer el dolor, a usar la violencia para
resolver los problemas y a tratar a las mujeres como lo hace tu papá, tu vecino
y los hombres que salen en las películas que ponen en los buses, un clásico.
Será importante que aprendas bien esta lección, pues deberás explicársela
perfectamente a tus hijos, y no demores mucho, que acá ocurrirá más temprano
que tarde…
Y así, poco a poco te convertirás
unx de tantxs mujeres y hombres que habitan, construyen y dan color a la maravillosa
y compleja Latinoamérica.