martes, 16 de junio de 2015

Ecuador XC. ¿Podemos tener una Ley de redistribución de la riqueza?

Algunos de los integrantes de la cúpula de Podemos han sido por algún tiempo asesores de los gobiernos progresistas de Latinoamérica o al menos han pasado por aquí para aprender del proceso que se está viviendo. Realmente, Ecuador es fuente de continuas enseñanzas y aun teniendo en cuenta las profundas diferencias con la situación europea o española, hay otras, que Marx identificó claramente hace mucho tiempo, que se pueden exportar sin error alguno.

En el Ecuador nos encontramos todavía a dos años de las próximas elecciones presidenciales y a pesar del gran apoyo que tuvo Correa en las últimas, parece que las derechas comienzan nuevamente a organizarse después de casi 8 años de absoluta inexistencia. En esta labor la colaboración interesada que les brindan los medios de comunicación mayoritariamente opositores es fundamental, a pesar de su denuncia constante de falta de libertad de expresión, algo de lo que en Europa se hacen eco rápidamente.

En la actualidad, desde el gobierno nacional se están tramitando dos leyes, una es la llamada Ley de redistribución de la riqueza y la otra es la Ley sobre ganancias excepcionales. La primera intenta grabar las herencias de montos bastante elevados (se estima que podría repercutir a un 2% de la población ecuatoriana) y la segunda intenta grabar las ganancias extraordinarias obtenidas por la especulación con terrenos, viviendas… fundamentalmente después de revalorizaciones debidas a la intervención de obras ejecutadas por el Estado. Evidentemente los medios de comunicación han hecho el trabajo sucio a sus propietarios (que seguramente se encuentren en ese 2%) y a través de la manipulación y la burda mentira han intentado hacer creer a la población, que está será la gravemente afectada, y que sobretodo lo serán esas familias trabajadoras de clase media. (Es increíble como las mayorías seguimos haciendo el trabajo sucio a las minorías incluso para defender su economía frente a la nuestra).

Correa desde Carondelet explicando las leyes redistributivas de riqueza
En la noche de ayer y después de unos días de marchas opositoras y defensoras del gobierno (ninguna de ellas demasiado multitudinaria) Correa ha salido para decirle a la nación que temporalmente ambas leyes serán revocadas y que se procederá a un tiempo de socialización de las mismas donde se podrá explicar bien a la población sus bondades y su real afectación.
Todo esto me ha hecho pensar, ya que durante estos años en los que la derecha se encontró totalmente pérdida (en términos de representación política), el gobierno cometió graves errores; quizá el principal fue aumentar la brecha con sectores organizados de la izquierda como algunxs grupos indígenas, ecologistas, feministas…, identificándolos en ocasiones como principales enemigos. Y es ahora cuando el verdadero enemigo empieza a tomar cuerpo, ahora cuando intentas tomar medidas que a ellos afectan para beneficiar a las mayorías de desheredadxs, cuando tus aliados naturales no están en la calle para hacer suya la defensa de unas conquistas sociales de justicia y equidad tan indispensables.

Y esto a la vez me ha transportado a España, a Podemos, a las enseñanzas siempre tan actuales de la lucha de clases, a pensar que si a los gobiernos no se los defiende en la calle tanto porque estos se alejaron de ella, como porque llegaron al poder sin apoyarse fundamentalmente en ella, ocurrirá que cuando la necesites (que la necesitarás, si de verdad quieres cambiar las estructuras) ella te dará la espalda y simplemente los gobiernos caerán o serán uno más. Y sé que actualmente no se dan las condiciones de una sociedad suficientemente revolucionaria ni allá ni acá, que no existe una ideología y unos valores suficientemente sólidos para combatir las embestidas lógicas de unas castas capitalistas que no quieren desprenderse de uno solo de sus privilegios aunque estos sirvan al bien común (o aunque sean de naturaleza ilegal o ilegítima), pero aun sabiendo esto no quiere decir que no comparta proyectos como los de allá y acá y que en ocasiones me ilusionen.

Ahora seamos conscientes que el poder real lo detentan ellos, el poder económico, el poder de los medios de producción y de comunicación y por si esto no fuera suficiente, también el poder de la opresión, por lo que la democracia cuando se habla de sus privilegios queda en segundo plano y las urnas no son suficientes.

Preguntemos a Grecia sobre la democracia de las urnas, esa con la que nos bombardean cíclicamente pero que sólo es válida cuando el resultado es el que dios manda que debe ser, en este caso no sé si será el dios capital o el dios Dios, que quizá sea el mismo.

Lo que sí me quedó claro es que el capitalismo y una ley de redistribución de la riqueza han estado, están y estarán siempre reñidos.

Hasta la victoria siempre!!


 

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