miércoles, 6 de noviembre de 2013

Ecuador XXV. David… tres meses después.


Siguiendo con la idea que tuvo Lucía de celebrar los primeros tres meses en el  Ecuador con una entrevista, ahí va la mía.
 
 David, ¿podrías hacer un balance rápido de estos 3 meses?

Joder, es la típica pregunta que no sabes ni por donde empezar, pero vamos, el balance es muy positivo. Lo mejor está siendo el cambio de ritmo y forma de vida. Salir de aquel ambiente opresivo continuo en el que nos habíamos instalado en Madrid está siendo maravilloso. No voy a decir que la vida que llevamos aquí esté en armonía con la madre naturaleza, porque vivimos en un pueblo grande, pero el descanso mental está siendo muy bueno.


¿Podrías decirnos cuál ha sido el mejor momento hasta ahora?

Los mejores momentos están llegando cada vez que superamos un nuevo trámite burocrático, lo celebramos como si fuera el último, aunque sabemos que no es así. Y fuera de estos, los mejores momentos coinciden con el contacto más cercano con la naturaleza del país. Tanto cuando hemos ido a los volcanes, como sobretodo cuando hemos disfrutado de la costa de Esmeraldas. Ya sabéis que a mí todo lo que tenga que ver con el agua me encanta.


¿Y el peor?

No he tenido ninguno demasiado malo, pero quizá al principio cuando viajábamos con los ojos de “éste será el sitio donde viviremos”, tuve una primera imagen de Ibarra que no me gustó y me agobió el hecho de pensar que había viajado 10.000kms para vivir en un sitio así, también fue desesperanzador cuando empezamos a buscar casa y no veíamos nada que mereciera la pena, mi ideal de vivir en una casita de una pequeña aldea con el río pasando por mi puerta parecía disiparse.


¿Qué es lo que más te ha chocado o sorprendido?

Una de las cosas que me sorprende es que aún compartiendo el idioma, muchas veces es difícil entenderte. Yo he llegado a la conclusión que preguntar sirve de bastante poco, porque la ambigüedad o el que no sepan decirte no, te lleva a situaciones surrealistas. Cuanto más viajo y más conozco, más me doy cuenta que entender la  idiosincrasia de un país no es cosa sencilla, por mucho idioma, religión….que compartas. (Si Cuba tiene sus peculiaridades, el Ecuador tampoco se queda atrás).


¿Y lo más interesante?

Al margen de la naturaleza del país que es impresionante, costa, sierra y selva en pocas horas, me parece muy interesante el proceso social y económico que está viviendo el país en los últimos años. Escuchar los discursos que se lanzan desde la asamblea o leer los diferentes programas que el gobierno quiere llevar acabo, manejando una dialéctica revolucionaria maravillosa, te pone a veces los pelos de punta, aunque luego ves la sociedad y te parece que vive en un planeta diferente. Eso si  una inmensa mayoría reconoce que gracias a este presidente se ha conseguido esto y lo otro. (Hasta ahora a nadie de la calle oí decir gracias a la revolución ciudadana). Es un país que parece hubiera nacido hace siete años, y en el que las personas estuvieran despertando y empezando a reivindicarse poco a poco como ciudadanos, después de un enorme tiempo de sumisión y servilismo, parece como si estuvieran recuperando su autoestima como pueblo. (No sé, en un tiempo podré tener más conocimiento)



Hablemos ahora de vuestra ciudad, Ibarra, ¿Qué es lo que más te gusta de ella?

Me gusta lo tranquila que es, me gustan sus plazoletas, su zona céntrica con casas bajas todas de color blanco, su entorno montañoso, (se podría pensar que es un pueblo andaluz de la sierra), me maravilla algo que nunca hasta ahora había apreciado y es el movimiento de las nubes, quizá por la enorme perspectiva que tenemos  y por el efecto que tienen en los volcanes de alrededor, me encanta ir a comprar a su mercado repleto de puestos de comidas, jugos, granos, verduras, de los que emergen  pequeñas indígenas o enormes afros, me gusta que puedes desplazarte caminando a todos los lugares, incluso puedes subir a buscar a Lucía a las faldas del volcán (aunque esto es hora y media) y divisar toda la ciudad desde allí.


¿Y lo que menos?

Quizá que le faltan lugares de ocio alternativos, bueno casi que sin ser alternativos también le faltan, aunque poco a poco vamos descubriendo pequeñas cosas. Esta última semana descubrí la casa de la cultura y hoy ponen una peli gratuita, allá voy..
 
¿Quieres contarnos algo más?

Sí, contaros que pasó con el idilio entre Lenin y yo que lo dejé sin terminar.

 El caso es que después de la oferta ”a medida” que sacó en el periódico, tuvimos un encuentro en el que me dijo que me había asignado 17 horas de docencia, 12 para escribir mi libro (yo le dije previamente que estaba escribiendo un libro por lo que prefería un contrato a media jornada), y el resto de horas de apoyo a la comunidad. Sin embargo al día siguiente me llamó y me dijo que el comité de contratación no le permitía que me contratara hasta que no tuviera registrada mi maestría aquí, así que lo dejábamos hasta el próximo semestre universitario. Y la verdad que yo me quedé casi aliviado, porque tengo muy pocas ganas de excesivo trabajo o compromiso, hasta ahora disfruto de pequeñas cosas, como ir a comprar al mercado, hacer labores del hogar, hablar con el del quiosco de periódicos, leer el periódico en el parque, lavar la ropa en la azotea, ir a la casa de la cultura, ir a Quito a hacer papeles y planear excursiones…..y con la bici que me voy a comprar el disfrute será aún mayor. 
 
Vida rica

3 comentarios:

  1. ¡¡Qué entrevista más bonita!! Ahora tendrás que contarnos otras cosas: de qué trata el libro y para cuándo lo publicarán en Traficantes de Sueños; Cómo es posible que tiendas por la tarde, cuando la ropa se seca mejor en la mañana, si la bici será "de marchas" o vas a piñón fijo;...
    En fín, esas cositas.
    Muchas gracias por compartir desde allá, es un gustazo leeros. Muchos besos.

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  2. Querido Guille...fiel seguidor, realmente no estaba tendiendo, estaba posando, es una farsa, como lo del libro y lo de la bici...
    De momento solo se dedica a leer el periodico
    Lucia

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