Siguiendo con la idea que tuvo Lucía de celebrar los primeros tres meses en el Ecuador con una entrevista, ahí va la mía.
David, ¿podrías hacer un balance rápido de
estos 3 meses?
Joder, es la típica pregunta que
no sabes ni por donde empezar, pero vamos, el balance es muy positivo. Lo mejor
está siendo el cambio de ritmo y forma de vida. Salir de aquel ambiente
opresivo continuo en el que nos habíamos instalado en Madrid está siendo
maravilloso. No voy a decir que la vida que llevamos aquí esté en armonía con
la madre naturaleza, porque vivimos en un pueblo grande, pero el descanso
mental está siendo muy bueno.
¿Podrías
decirnos cuál ha sido el mejor momento hasta ahora?
Los
mejores momentos están llegando cada vez que superamos un nuevo trámite
burocrático, lo celebramos como si fuera el último, aunque sabemos que no es
así. Y fuera de estos, los mejores momentos coinciden con el contacto más
cercano con la naturaleza del país. Tanto cuando hemos ido a los volcanes, como
sobretodo cuando hemos disfrutado de la costa de Esmeraldas. Ya sabéis que a
mí todo lo que tenga que ver con el agua me encanta.
¿Y el
peor?
No he
tenido ninguno demasiado malo, pero quizá al principio cuando viajábamos con los
ojos de “éste será el sitio donde viviremos”, tuve una primera imagen de Ibarra
que no me gustó y me agobió el hecho de pensar que había viajado 10.000kms para
vivir en un sitio así, también fue desesperanzador cuando empezamos a buscar
casa y no veíamos nada que mereciera la pena, mi ideal de vivir en una casita
de una pequeña aldea con el río pasando por mi puerta parecía disiparse.
¿Qué es
lo que más te ha chocado o sorprendido?
Una de
las cosas que me sorprende es que aún compartiendo el idioma, muchas veces es
difícil entenderte. Yo he llegado a la conclusión que preguntar sirve de
bastante poco, porque la ambigüedad o el que no sepan decirte no, te lleva a
situaciones surrealistas. Cuanto más viajo y más conozco, más me doy cuenta que
entender la idiosincrasia de un país no
es cosa sencilla, por mucho idioma, religión….que compartas. (Si Cuba tiene sus
peculiaridades, el Ecuador tampoco se queda atrás).
¿Y lo
más interesante?
Al
margen de la naturaleza del país que es impresionante, costa, sierra y selva en
pocas horas, me parece muy interesante el proceso social y económico que está viviendo
el país en los últimos años. Escuchar los discursos que se lanzan desde la
asamblea o leer los diferentes programas que el gobierno quiere llevar acabo,
manejando una dialéctica revolucionaria maravillosa, te pone a veces los pelos
de punta, aunque luego ves la sociedad y te parece que vive en un planeta
diferente. Eso si una inmensa mayoría
reconoce que gracias a este presidente se ha conseguido esto y lo otro. (Hasta
ahora a nadie de la calle oí decir gracias a la revolución ciudadana). Es un
país que parece hubiera nacido hace siete años, y en el que las personas
estuvieran despertando y empezando a reivindicarse poco a poco como ciudadanos,
después de un enorme tiempo de sumisión y servilismo, parece como si estuvieran
recuperando su autoestima como pueblo. (No sé, en un tiempo podré tener más
conocimiento)
Hablemos
ahora de vuestra ciudad, Ibarra, ¿Qué es lo que más te gusta de ella?
Me
gusta lo tranquila que es, me gustan sus plazoletas, su zona céntrica con casas
bajas todas de color blanco, su entorno montañoso, (se podría pensar que es un
pueblo andaluz de la sierra), me maravilla algo que nunca hasta ahora había
apreciado y es el movimiento de las nubes, quizá por la enorme perspectiva que
tenemos y por el efecto que tienen en
los volcanes de alrededor, me encanta ir a comprar a su mercado repleto de
puestos de comidas, jugos, granos, verduras, de los que emergen pequeñas indígenas o enormes afros, me gusta que
puedes desplazarte caminando a todos los lugares, incluso puedes subir a buscar
a Lucía a las faldas del volcán (aunque esto es hora y media) y divisar toda la
ciudad desde allí.
¿Y lo
que menos?
Quizá
que le faltan lugares de ocio alternativos, bueno casi que sin ser alternativos
también le faltan, aunque poco a poco vamos descubriendo pequeñas cosas. Esta
última semana descubrí la casa de la cultura y hoy ponen una peli gratuita, allá
voy..
¿Quieres contarnos algo más?
Sí, contaros que pasó con el
idilio entre Lenin y yo que lo dejé sin terminar.
El caso es que después de la oferta ”a medida”
que sacó en el periódico, tuvimos un encuentro en el que me dijo que me había
asignado 17 horas de docencia, 12 para escribir mi libro (yo le dije
previamente que estaba escribiendo un libro por lo que prefería un contrato a
media jornada), y el resto de horas de apoyo a la comunidad. Sin embargo al día
siguiente me llamó y me dijo que el comité de contratación no le permitía que
me contratara hasta que no tuviera registrada mi maestría aquí, así que lo
dejábamos hasta el próximo semestre universitario. Y la verdad que yo me quedé
casi aliviado, porque tengo muy pocas ganas de excesivo trabajo o compromiso,
hasta ahora disfruto de pequeñas cosas, como ir a comprar al mercado, hacer labores
del hogar, hablar con el del quiosco de periódicos, leer el periódico en el
parque, lavar la ropa en la azotea, ir a la casa de la cultura, ir a Quito a
hacer papeles y planear excursiones…..y con la bici que me voy a comprar el
disfrute será aún mayor.
Vida rica |
¡¡Qué entrevista más bonita!! Ahora tendrás que contarnos otras cosas: de qué trata el libro y para cuándo lo publicarán en Traficantes de Sueños; Cómo es posible que tiendas por la tarde, cuando la ropa se seca mejor en la mañana, si la bici será "de marchas" o vas a piñón fijo;...
ResponderEliminarEn fín, esas cositas.
Muchas gracias por compartir desde allá, es un gustazo leeros. Muchos besos.
Querido Guille...fiel seguidor, realmente no estaba tendiendo, estaba posando, es una farsa, como lo del libro y lo de la bici...
ResponderEliminarDe momento solo se dedica a leer el periodico
Lucia
jajajaja, q bueno!
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