jueves, 14 de agosto de 2014

Guatemala VII. Verde, verde, verde.

 
A Guatemala la definía su escritor más reconocido Miguel Ángel Asturias, como una tierra verde, verde, verde, pero para mí sería aún más acertado decir que Guatemala es verde, agua y fuego. Aunque esto que digo tiene algo de inapropiado debido a la actual sequía que está provocando importantes pérdidas en la cosecha del maíz, alimento básico nacional.
Agua y fuego
Cuando uno recorre este pequeño país centroamericano al que se le robó la actual Belice observa la exuberancia del verde, del agua y los vestigios dejados por el fuego volcánico.   

El verde recorre todo su territorio, desde el verde de los bosques húmedos donde pasea su hermosa cola el quetzal (pájaro y moneda nacional), al verde del altiplano repleto de maizales y cafetales o al verde plano e infinito de plantaciones de palma africana en el norte selvático. El agua lo inunda todo, los lagos crecen sin parar hasta cercar volcanes y templos mayas, los ríos  inabarcables pero tranquilos ponen rumbo al Caribe y Pacífico y las aguas subterráneas en entonos calizos moldean cuevas y piscinas naturales bellísimas, agua y más agua que te reconcilia constantemente con la vida. Y finalmente el fuego que emana de lo profundo de la tierra ha moldeado y moldea la orografía del país y la geografía humana de manera cíclica.
Verde y agua
Ha sido un placer contemplar esos amaneceres de volcanes lanzando fumarolas en La Antigua o Atitlán, esos atardeceres en las ruinas mayas y asistir a esas monumentales tormentas nocturnas en el Caribe.

Pero Guate es más que su indudable belleza natural, es cultura maya, es tradiciones que se entremezclan con la evangelización invasora, es amabilidad, es artesanía y más artesanía, es huipil y es olor a tortilla de maíz. Pero a Guate también le sobra mucho, le sobra tanto gringo de viaje, tanta cultura asimilada del gigante cercano, tanta inversión e invasión judía, tanto peso de la iglesia católica y evangélica, tanto político mediocre que nunca sirvió al pueblo, tanta catástrofe natural y sobretodo tanta violencia que les ha azotado y les azota porque la falta de justicia continua engendrándola.

Ha sido nuestra primera incursión en Centroamérica y ahora a Bogotá pasando brevemente por El Salvador, qué feliz me hace volar por Sudamérica sin necesidad de cruzar el charco.

Ah, y si vas a Guate No Te Pierdas al mejor guía chapín del país, gracias Guille.

Siguiendo al guía
 

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