domingo, 20 de octubre de 2013

Ecuador XXI. Después de 3 meses… ¡empiezo a trabajar!




Creo que muchxs pensabais que ya estaba trabajando, la verdad es que hace 3 meses yo también creía que a estas alturas llevaría casi 2 meses de trabajo, pero la burocracia, el ritmo andino y un toquecín de mala suerte, han hecho que mi estreno se haya retrasado.


Yo he venido con un Plan creado por el Ministerio de Salud Pública, el plan consiste en conseguir que vuelvan al Ecuador profesionales de la Salud, que emigraron hace años, para poder aumentar la cobertura del sistema público, y dado que no esperan cubrir todas las necesidades con Ecuatorianxs, abren la oferta a personas de otras nacionalidades. Así vinieron a hacer entrevistas a Madrid, Barcelona, y un par de ciudades de Italia hace casi un año. En aquella entrevista me pareció todo maravilloso, y aparentemente bien organizado. Pensé, nada que ver con los malabarismos que tuvimos que hacer para la rotación en Cuba, pero, iniciando los trámites desde Madrid me di cuenta de que iba a ser más complicado de lo que me había imaginado, que la comunicación con el personal del Ministerio, de la institución que debía legalizar mis títulos y del Consulado no era fácil a pesar de compartir idioma, y que los ritmos y la manera de trabajar no tenían nada que ver.


No quiero parecer “quejica”, sé que la emigración no es fácil, y estoy segura de que cualquier persona de Ecuador que haya emigrado a España habrá tenido 1000 veces más dificultades de las que yo estoy teniendo acá, yo tampoco esperaba que esto fuera un regalo, y de hecho ni siquiera me considero emigrante al uso, más bien soy lo que decía aquella estupenda política española, una “aventurera”. Pero si creo que tratándose de un plan gubernamental, deja bastante que desear en cuanto a la acogida de lxs profesionales que están tratando de “importar” y la información que deberían ofrecerte para todos los trámites a realizar. Así en lugar de sentir que te han fichado porque te necesitan, parece como si estuvieses rogando trabajo porque estando un día en casa se te ocurrió pasar por aquí por si surgía algo. (Y os aseguro que necesidad hay, precisamente en el sitio donde voy ha trabajar hay 2 médicxs para 8000 personas y no es de las zonas más desfavorecidas en cuanto a recursos sanitarios)


No sé si leísteis un artículo que salió en la versión digital de El País sobre españolxs en Ecuador, en él un par de medicxs españolxs que habían venido con el mismo Plan que yo contaban su experiencia. Una de ellas se había dado la vuelta en cuanto vio el percal…Yo lo leí durante una de las bajadas en picado de esta montaña rusa burocrática en la que llevamos 3 meses, pero me dije, yo aguanto sí o sí. Aun así, debo confesaros que en más de una ocasión me he desesperado con los trámites y la espera, y más de una vez me habría dado la vuelta a casa de no ser porque venía muy convencida de este nuevo proyecto, porque me sigue mereciendo "la pena" y porque ahora mismo me cuesta imaginarme de nuevo en España.(Tampoco es que allá me sintiera muy bien tratada como trabajadora y usuaria de la Sanidad Pública)


Al final a veces está bien tener un poco de orgullo, he comprobado que quien no llora no mama, y he descubierto que tengo más paciencia de la que pensaba. Este periodo ha sido un buen aprendizaje.


Y lo más importante de todo es que esto es únicamente un resumen de la aventura hasta llegar a poder trabajar y que lo único negativo hasta ahora ha sido la burocracia. Evidentemente en estos 3 meses el 95% del tiempo han sido placer y disfrute, que este país es maravilloso y empezar una nueva vida aquí está siendo muy bonito.


Así que aquí estamos, felices en cualquier caso y con la parte del camino más difícil avanzada (la burrocracia). Ahora toca la parte más estimulante, disfrutar de esta experiencia y aprender muuucho! Creo que por fin voy a poder usar esa parte de mi título que dice “Comunitaria”, que es probablemente la parte más bonita de mi especialidad. Y más sabiendo que finalmente mi lugar de trabajo será el famoso Subcentro de Salud de La Esperanza. Lo cierto es que a pesar de vuestros consejos nos decidimos por este lugar casi desde el principio y no vimos más. Desde aquella primera visita he vuelto un par de veces para ir familiarizándome con el papeleo y mantengo aquella sensación de haber encontrado “mi sitio”.


Y por fin mañana me estreno. Creo que ya tengo lo fundamental para empezar a rodar…


El libro que me regaló mi querida Alba, ¡gracias compañerita de mi corazón!


Mi sellito para recetar (los fármacos pautados en la consulta se entregan de manera gratuita en la farmacia del centro de salud) y la cinta métrica para andar midiendo la barriga a las embarazadas.






Kichwa para trabajadorxs de la salud.

Y mil formularios, adaptándome a la era del papel...




En fin, mañana será un gran día, ya os contaré!

¡¡Shuk punchakaman mashi!!
(¡¡Hasta otro día amigxs!!)
La semana pasada el Imbabura amaneció nevadito un día...








1 comentario:

  1. Enhorabuena Lucía, por fín vas a trabajar. Seguro que será una experiencia enriquecedora. No dejes de contarnos tu sensaciones. Un besote.

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