Después de un intermedio político-sentimental, seguimos contándoos
del viaje.
Tras esos días lluviosos en el Tena, decidimos volver a los
Andes. Una vez pasado el Puyo y otro pueblito llamado Shell
(imaginaos qué compañía explotaba el petróleo en la zona…), nos metemos en el
cañón del río Pastaza. El bus remonta las montañotas por una carretera impresionante. Dejamos atrás Baños, en una ladera
del volcán Tungurahua, que no conseguimos ver, oír, ni sentir…
Llegamos a Ambato, Alba y Maca nos acogen en su casa. Nos
cuentan sus vivencias en el país y su experiencia como profesoras en la
Universidad. Allí, además de dedicarse a la docencia realizan investigación, y
ahora están rodando un documental sobre Lugares Sagrados de algunas comunidades
indígenas de la provincia Tungurahua. El fin de semana tienen pensado ir a
Salasaka, una de las comunidades de la zona donde ya han grabado otro
documental sobre tapices, pues el pueblo Salasaka se dedica fundamentalmente a
la artesanía textil (además de la ganadería y agricultura). Nos invitan a
acompañarlas, menudo lujo!! Después del trabajo que les ha costado hacer los
contactos y llegar a tener la confianza de la gente de las comunidades,
nosotrxs vamos a tener el privilegio de presenciar parte del rodaje.
Y aquí llega una noticia que sacará una sonrisilla a los
“gallitos Carabancheleros” de la India. El muchacho infalible pasó a ser… ¡¡¡el
farolillo rojo!!! No sabemos si fue el mal de altura, la Maldición de Atahualpa
o la Maldición de Ambato, pero David estuvo fuera de juego 24h, y se perdió un
día de rodaje. Pero no os crezcáis… como buen Elipeño que es, pasado ese
período, fuerte como nadie…
Así que allá nos fuimos las muchachas, cámaras en mano, a grabar
en Salasaka un Lugar Sagrado llamado Niton Cruz. En este lugar se hacen
distintos rituales, entre ellos uno bastante curioso con un cuy (cobaya); se
envuelve al animalito con unas cintas de colores y con él se purifica o bendice
a alguien pasándoselo por el cuerpo, eso sí, el animalito no debe morir,
traería mala suerte a la persona…
Para mí, que nunca había estado en un rodaje,
ni en un Lugar Sagrado, la experiencia es muy emocionante, además soy la “encargada
del sonido” y alucino con lo que capta el dichoso microfonito, resulta que al
pasar un avión bien lejos yo me pienso que es el volcán…por no hablar de los
gemiditos del cuy… Pero lo que más me impresiona es ver como se esfuerzan en
realizar los rituales a pesar del viento helado. Al acabar el rodaje, un
minipremio, el Tungurahua me enseña un costadito (de ahí la foto de niño en
“Los miedos”) y el equipo de actores y actrices merienda una sopa y un “seco de
pollo” (plato bien contundente de arroz con pollo guisado).
Ya con David recuperado las acompañamos en otra jornada de
rodaje, esta vez visitamos varios lugares sagrados, entre ellos la fuente que abasteció a
la comunidad antes de que tuviesen agua corriente en las casas. Además, el baño en ella era purificante.
Lo más impactante ocurrió en uno de ellos que se utilizaba para sanar enfermos y arreglar matrimonios mal avenidos… Nos lo mostró Virginia, una mujer que suele realizar rituales en la figura de chaman o algo así, junto con su marido que es “yachac” (sabio, experto en medicina ancestral). Al tratarse de un lugar sagrado en el que ella iba a realizar un ritual real, tuvimos que pedir permiso a la Pachamama para poder grabar. Esto consistió en hacer algunas oraciones (con Dios y la Virgen de por medio pues a estas comunidades también llegó de manera violenta el catolicismo) y que nos rociase (realmente nos escupió) con un licor. Fue alucinante… Una vez hecho este trámite Alba y Maca pudieron filmar el ritual con un voluntario que casi muere de hipotermia.
Lo más impactante ocurrió en uno de ellos que se utilizaba para sanar enfermos y arreglar matrimonios mal avenidos… Nos lo mostró Virginia, una mujer que suele realizar rituales en la figura de chaman o algo así, junto con su marido que es “yachac” (sabio, experto en medicina ancestral). Al tratarse de un lugar sagrado en el que ella iba a realizar un ritual real, tuvimos que pedir permiso a la Pachamama para poder grabar. Esto consistió en hacer algunas oraciones (con Dios y la Virgen de por medio pues a estas comunidades también llegó de manera violenta el catolicismo) y que nos rociase (realmente nos escupió) con un licor. Fue alucinante… Una vez hecho este trámite Alba y Maca pudieron filmar el ritual con un voluntario que casi muere de hipotermia.
Después subimos al Teligote, uno de los Lugares Sagrados más importantes en esta comunidad por su riqueza en hierbas medicinales. Nos muestran varias y nos explican sus funciones. El sitio es precioso, pero de repente comienza a llover y el día ya no da para más. Otra meriendita contundente, y vuelta a Ambato.
Después de 4 días disfrutando de la compañía de Alba y Maca y
parasitándolas un poco (gracias chicas, os esperamos en Ibarra!) y viendo que
el Tungurahua no se deja ver, decidimos reemprender nuestro viaje hacia el sur.