Una plaza pública casi vacía de gente, de ella salen calles
patrocinadas por movistar, esas calles están llenas de restaurantes que ofrecen
comida internacional, a precios internacionales, y esos restaurantes están
repletos de turistas. Ante mis ojos se descuelga un cartel multicolor:
Bienvenidxs al “desarrollo”, estamos en Chile.
En el mercado artesanal de San Pedro nos encontramos con una
paisana Otavaleña, viene a menudo a traer mercancías para las “caseritas”.
Da ternura pasear por cualquier rincón del país y que te
llamen “shiquilla”, “casera” o “caserita”. Lo de que te llamen señora, o
directamente te hablen en inglés (cómo podía ocurrir en Perú) aumenta
la distancia de golpe.
Rica empanada chilena |
Anochece casi a las 21:00, me emociona, llevábamos demasiado
tiempo en “no estaciones land”.
Antofagasta, ciudad minera, en la plaza colonial el
Arzobispado está acompañado del BBVA y el Banco Santander. Lo mismo ocurre en
la mayoría de las plazas principales de muchas ciudades chilenas, la iglesia y
los bancos mantienen el poder económico y social.
En el súper, la fruta más cara es la manzana, viene de EE.UU.
En todo Sudamérica las manzanas que se comen son chilenas… ¿será el tratado del
Pacífico? Aquí dicen que lo mejor que Chile produce, se va pa’ fuera. Días
después deliraba en sueños imaginando un Chile dueño de su agua, de sus
puertos, de su cobre, de sus uvas y sus manzanas.
En la playa de La Serena, decenas de vendedores anuncian sus
productos a gritos, casi cantando… palas para hacer castillos que son del
tamaño de las del albañil, palmeras pero no de chocolate, cuchuflis, sushi y
otras mil delicias. Un vendedor vende huevos cocidos con el slogan “están duros
mis huevos”.
En el barrio antiguo de Valparaíso hay un bar con un baño
compartido, los dos retretes se separan por un pequeño tabique, sin puerta.
¡Cómo extrañe a mi amiga Carol!
Av. independencia de Valparaíso, es viernes por la noche, un
grupo de amigos hace carne y chorizos en una parrilla en la puerta de una casa,
también hay música y cerveza. No sabemos si es para vender, pero más parece que
esa noche su casa creció y se tomó la calle.
El compañero Yuri tiene una librería, por la noche vende
bocadillos con un carrito en una plaza de Valparaíso. Él no pone reguetón ni
bachata, toda la noche suenan discursos de Allende.
Cuando sólo tenía 11 años, Sandra fue detenida, en su casa
junto a su madre, y torturada por los militares. La Justicia le concedió una
pensión de 120.000 pesos mensuales como compensación. La pensión de muchos de
los militares de la dictadura supera los 2 millones. Muchos no pagaron por sus
crímenes. ¿Justicia?
En el metro de Quilpué a Viña de Mar se turnan lxs artistas.
Mientras disfrutamos de las Cuecas de un cantor con rastas, se van concentrando
más guitarras, aparece una comadre que lo acompaña con la pandereta. Se monta
un concierto maravilloso. Él nos habla del origen de la Cueca y su relación con
las seguiriyas y los fandangos.
En 1973 estalló una supernova, pudo verse desde la tierra. En ese mismo momento desapareció de la tierra Salvador Allende. 1000 días antes Chile había celebrado con alegría (y otros con rabia) su elección como presidente. Lo que hablaron las urnas fue callado por las explosiones.
En el cementerio General de Santiago hay un mausoleo circense, con boletería para que puedan disfrutar la función. En cada lápida podemos leer si la persona que hay bajo ella fue trapecista, domadora, bailarín o payaso. Un lugar que guarda mucha alegría.
A escasos metros del mausoleo llegamos a una zona Dura,
Difícil, Dolorosa, Detestable, Dramática… En ella se encuentran muchxs de lxs
que fueron DD (Detenidxs Desaparecidxs) y pasaron a ser EP (Ejecutadxs
Políticxs)
A las 19:27 de un miércoles, un hombre avanza al galope por
la calle Agustinas en el corazón de Santiago, no sé si es un espejismo o si
estoy metida en el Baile de la Victoria. Se esfuma igual que vino, dejándome
con los ojos como platos y una sonrisa, pensando que tal vez en la próxima
cuadra me encuentre otra escena de película.
¡Atención! Se recogen llaves para, fundiéndolas, hacer una escultura a Violeta Parra. ¡Colaboren!
En Chile se vende lana en todas las ferias costumbristas,
los cestos en los que se amontonan invitan a meter las manos tanto como los
sacos de legumbres de Amelie Poulain. No pude sucumbir a su atracción, y tuve
que aprender a tejer para poder manosearlas.
Los fines de semana eran, en ocasiones, un alivio para lxs
detenidxs en Villa Grimaldi. Sus torturadores iban con sus familias a disfrutar
de la piscina que había en el recinto. A fin de no perturbar su paz en el día
de descanso y ocio, la intensidad de las torturas bajaba.
Desde el cerro Santa Lucía hay una panorámica 360º de la
ciudad. El smog dificulta ver la cordillera, pero todo el mundo dice que en
invierno, cuando llueve y el cielo se limpia, la vista de los andes nevados te
enamora. ¡No lo dudo!
Durante casi 8 semanas llevé en la mochila una postal musical, como esas tarjetitas que al abrirlas comienzan a sonar una melodía. Al final, la melodía se te mete en el cerebro y resuena por horas... "Ay, ay, ay, ¿me querís?" (El cigarrito)
En un bus que recorre la distancia entre Llanquihue y Puerto
Montt, la radio anuncia un evento solidario, Javiera Krausse está en el
hospital y el tratamiento es muy caro, están organizando un evento solidario
para costear su curación. En el país del milagro económico no todos los
milagros son posibles.
El mercado de Angelmó es un vergel de mariscos, bichos nunca
vistos, mejillones del tamaño de un pie -por eso se llaman “mejillón zapato”-,
salmón ahumado al modo tradicional y todo tipo de vegetales, incluyendo
pimientos republicanos.
Cerca de las pingüineras de Chiloé existe mucha vida marina,
existe un pato de agua salada, varios tipos de cormoranes y una nutria de agua
salada que pesca su alimento y después se lo come relajada, patas arriba,
flotando en el agua.
En Chile la naturaleza tiene un carácter salvaje, lo mismo
hace temblar la tierra desafiando a la escala Ritcher que sorprende a todo el
globo terráqueo con alguna erupción bestial en alguno de sus hermosos volcanes.
En nuestro tiempo allá no hubo ningún susto, aunque bien me hubiera gustado ver
el semáforo amarillo para vivir y enviar una postal incandescente...
Hay una novelita de Roberto Bolaño que trata la represión durante la dictadura chilena. Se titula "Estrella distante". Pequeña obra maestra.
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