Suena música en
las calles de Montevideo, se oye música nacional como la Vela Puerca, Zitarrosa…
pero también música brasileira, dejando ver la influencia del vecino del norte. También nos lo recuerda la presencia de turistas falando portugués.
En unos días se
hará un homenaje al gran Zitarrosa, como no pudimos estar, yo le dedico una
versión de su Adagio a mi país, por Rojo Cancionero.
Tiendas de
libros, libros y libros se reparten las calles de la capital. El afán por la
lectura es tal, que hasta las gatas tienen sus librerías favoritas.
En la moneda
Uruguaya hay grabada una frase, “Sean los orientales tan ilustrados como
valientes”. Me hace recordar otra en la moneda chilena de la época de Pinochet
que decía “Por la razón o la fuerza”.
Siguiendo la ruta
(impulso) de la mitomanía o necrofilia, llegamos al Cementerio general buscando
a Benedetti. Ahí se encuentra la creme de la creme. Entre ellxs Mario descansa
por fin con Luz. ¡Gracias por la poesía!
En la tapia del
cementerio General de Montevideo hay una canasta de baloncesto, cada tarde lxs
niñxs del barrio lanzan pases a lxs muertxs.
En el Café
Brasilero hay un nuevo producto de Marketing, una vez desaparecido el portador
del conocido nombre, nos quedó su café, uno de los más consumidos por lxs
nostálgicxs lectores. Ahora, además de leerlo, podemos bebernos a Galeano, para
que nos inunden sus letras.
Años antes de la
muerte de Galeano, el camarero del café tenía deberes semanalmente, entregarle
los libros que le entregaban tímidxs admiradorxs para que el afamado los
firmase.
En algunas de las
muchas librerías de Montevideo es difícil encontrar libros de Galeano y
Benedetti, ¿será que aquí no los quieren?, pensábamos inicialmente. El misterio
se resuelve al preguntar, el tendero nos dice “los tengo protegidos y los
muestro cuando me los piden, si los dejo afuera, la gente se los roba”.
Hay una fuente en
la rambla de Montevideo, difícil beber, una muchacha se está bañando en ella
mientras su madre aprieta el grifo. Esperamos para beber y la mujer nos dice
que tendremos que esperar más porque se está bañanado (con jabón y todo).
Después nos pregunta, “¿usted tiene ducha en su casa?”.
8 de Marzo, día
de la mujer trabajadora. Una marcha recorre el centro de la capital, mismas
consignas, mismas luchas, como estar en casa. Sin embargo, Uruguay posee leyes
más avanzadas que las españolas en cuanto a los derechos de las mujeres. En
materia de salud sexual y reproductiva la ley del aborto de 2012 despenaliza el
aborto antes de la semana 12 para mujeres mayores de 18 años, y amplía los plazos
en determinados supuestos.
El Museo de la
Memoria hace un recorrido por la época de la dictadura. Además de informes y
documentos oficiales hay cantidad de objetos personales para tratar de ilustrar
lo que se vivió en aquel tiempo de represión. En mitad de una sala cuelga un
traje de presidiario, “éste lo usó Pepe Mújica cuando estuvo preso” nos comenta
la guía.
El que alguna vez
fue el edificio más alto de Latinoamérica se encuentra en la Plaza de la
Independencia. No parece que haya en esa plaza dos edificios del mismo estilo
arquitectónico. Mi favorito parece diseñado por una niña golosa mientras jugaba
en la playa, un castillo de arena con espíritu de pastel.
La Intendencia
(algo así como el ayuntamiento) tiene las puertas abiertas, de hecho, es uno de
los atractivos turísticos de la ciudad, tiene un ascensor que te lleva hasta el
cielo para confirmar que la ciudad es verde y está rodeada de agua.
Ingredientes para preparar un buen Chivito:
2 Churrascos de lomo2 pedazos de pan de hamburguesa (o pan tortuga)
2 hojas de lechuga
1 tomate en rodajas
2 lonchas de queso mozzarella
2 lonchas de jamón
2 trozos de tocino o panceta ahumada
2 huevos
Aceitunas
Mayonesa
Sal
Papas fritas de acompañamiento
Colonia es una
pequeña ciudad río adentro, donde el río de la plata parece de cobre por el
color de sus aguas revueltas. Casas coloniales, calles empedradas, ceibas
preciosas y falsos plátanos decoran la postal. La lluvia se encarga durante
horas de tratar de emborronarla.
En la placita más
bonita de Colonia comimos en el restaurante que más le gustaría a nuestro amigo
César, ahí, comiendo un chivito completo y pescado del día, rendimos homenaje a
nuestro amigo y su padre.
La siguiente
postal será en uno de esos barcos que a ritmo alegre cruzan la frontera
incansables día tras día.
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