Después de atravesar durante unas horas El Salvador,
llegamos a la frontera con Guatemala, un río separa ambos países, y varios
puentes los unen. El paso fronterizo es bastante curioso, lo pasamos sin
dificultad y vemos orgullosamente como se añade un sello más a nuestros
pasaportes (en mi caso dos pasaportes, uno de ellos de color verde).
La llegada a Guatemala, pese al cansancio del largo viaje
resultó emocionante, principalmente por un reencuentro muy esperado, y es que
el motivo principal de este viaje era visitar a Guille y Marta que viven acá
desde hace más de un año. No hace mucho vinieron a visitarnos a Ecuador, pero
teníamos muchas ganas de ver cuánto creció la barriguita de Marta en estos 3
meses y de sentir las pataditas de la pequeña colibrí; y como no, de descubrir
Guatemala a su lado. (¡Ni qué decir tiene que este reencuentro superó todas las
expectativas!)
Además, con la llegada a Centroamérica hemos sentido un
nuevo reencuentro que no esperábamos, y es que el clima, los paisajes y la
forma de hablar de la gente nos han recordado bastante a esa parte de
Latinoamérica que nos resulta más conocida y familiar, el caribe. Esto pudimos
notarlo más en El Salvador, porque hasta ahora, en Guate hemos estado en zonas
más bien montañosas, pero aquí también se respira otro ambiente, y esto nos
está haciendo reflexionar bastante sobre la influencia de los Andes en el
carácter y la idiosincrasia de los pueblos…
Y acá de nuevo el maíz como base de la alimentación, no
hay comida que no lo incluya, la mayoría de lás veces en forma de tortillas.
Según la cultura Maya, hombres y mujeres están hechos de maíz. Lo que aún no he
encontrado es el poporopo (palomitas de maíz).
Y por otro lado están los encuentros o descubrimientos
Centroamérica
Ese concentrado de países que unen el norte y el sur del
continente americano, que siempre he confundido y casi nunca he acertado su
orden en el mapa, han empezado a tener rostro propio. Y aun manteniendo su
individualidad, resulta bonito ver en las matrículas de los carros el nombre
del país, y el sobrenombre: Centroamérica.
La cultura Maya
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Los nahuales |
Hasta ahora no tenía mucha más idea que lo que recordaba
del cole y no había despertado en mí un interés especial, pero como me ha ocurrido
tantas veces, en cuanto conozco un poquito de otras culturas y formas de ver la
vida, me engancho y quiero saber más, y más y más… Una de las primeras cosas
que hicimos acá, con la ayuda de Marta y Guille, fue conocer nuestros Nahuales
(tratando de hacer un símil sería como los signos del zodiaco de la cultura
maya, pero que implica mucho más, incluyendo algo así como una predicción de
vida), y la verdad, creo que se aproximan bastante a cada unx, o al menos nos
han dado bastante juego durante unos días.
Igual que ocurrió con los Incas, las culturas
precolombinas fueron asimiladas/sometidas por los españoles, así que en la
actualidad, lxs mayas actuales son una mezcla de lo que sobrevivió a la
imposición y lo impuesto. Afortunadamente gran parte de las construcciones y
templos Mayas perduran. En unos días conoceremos los sitios arqueológicos de
Tikal y Yaxhá, urbes Mayas rodeadas de jungla. ¿No suena mal, verdad?
Indigenismo, dolor e injusticia
Hemos descubierto nuevos pueblos indígenas, y es que
aquí, aproximadamente el 60% de la población es indígena. Ropas de miles de
colores, tejidas a mano, puras obras de arte. Otros idiomas, con sonidos bien
distintos a nuestro familiar (aunque un incomprensible) kichwa. Otras
costumbres, otros rasgos, otras historias y otra Historia, pero siempre con
puntos en común, pues acá también sufrieron la invasión española, la
cristianización, las luchas de independencia, las dictaduras, genocidio,
migraciones y exilio, la colonización de empresas norteamericanas… (El término República Bananera se uso por primera vez aludiendo al poder de la United Fruit Company en Guatemala).
Uno de los episodios más violentos en la Historia de
Guatemala es relativamente reciente, pues hace unos 30 años, tras una Guerra
Civil por las durísimas condiciones de vida de las clases más humildes, surgió
un movimiento revolucionario de Guerillas que fue salvajemente reprimido por
los gobiernos (Especialmente sangriento el periodo de gobierno de Ríos Montt,
que llegó a poder tras un golpe de estado, y que recientemente ha sido
procesado por crímenes de genocidio y lesa humanidad). Esto afectó dramáticamente
a la población indígena, pues pensaban que la guerrilla se sustentaba en las
zonas rurales, y así, cientos de pueblos fueron arrasados y sus habitantes
masacrados con idea de ahogar a la guerrilla (decían que era como quitarle el
agua a pez). Esta estrategia se conoció como “la escoba”, por su manera literal
de barrer y arrasar con todo. Como ocurre en muchos países (incluyendo el
nuestro), lo ocurrido en la época se ha tratado de maquillar, renombrar o
borrar de la memoria colectiva. Por suerte hay mucha gente luchando por
conseguir justicia, por recuperar la memoria y llamar a las cosas por su
nombre.” Acá sí hubo Genocidio”.
Paseando los primeros minutos por la capital, trataba de
imaginarme las escenas de la novela de Miguel Ángel Asturias “Señor Presidente”.
Y allí, cerquita de la catedral se encontraba el portal donde dormían el Pelele
y otros vagabundos.
Llevábamos apenas 12 horas en Guate cuando conocimos el
Museo “Kaji Tulam” La Casa de la Memoria. Un lugar contra el olvido, creado por
la asociación CALDH que muestra la Historia de Guatemala desde la Invasión
Española, hasta la época del Genocidio. El museo es muy duro, doloroso y
sobrecogedor, pero lo más importante de pasar por él, es recordar la lección de
que por mucho que lo intenten, no debemos olvidar.
Naturaleza salvaje en su estado más puro
Nuevamente nos reencontramos con la Pacha Mama viva y
activa, pues este es país de volcanes activos y terremotos. Trataremos de
acercarnos a alguno de los volcanes activos para ver la lava incandescente,
porque fumarolas, podemos decir que ya hemos visto. En cuanto a los terremotos,
aún no hemos sentido ningún temblor, pero Guille y Marta ya llevan varios,
afortunadamente ninguno demasiado serio.
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El volcán de fuego con sus fumarolas desde el lago Atitlan |
Todo esto ha conseguido incrementar las ganas de viajar y
continuar descubriendo gentes y lugares maravillosos, y, sin duda alguna este
viaje será muy especial.
¡Ya os vamos contando!